En la actualidad la ovnilogía profunda ha traspasado los parámetros en los que se mueve tanto la ciencia como la lógica humana, y adentrarse en el estudio del fenómeno extraterrestre es entrar por el resbaladizo y perturbador mundo de lo paranormal y lo mitológico. Perturbador y resbaladizo pero real, con un tipo de realidad que trasciende las fronteras de la engolada ciencia y hasta del normal sentido común.Todo esto trae un eco de lo que Carl Gustav Jung llama en 1913 "psicología profunda". La psicología junguiana es "profunda" en contraste con la "psicología superficial" que desconoce la profundidad del inconsciente, con sus símbolos y arquetipos. Para Jung la identidad de la conciencia individual es un fenómeno evolutivamente reciente e inestable, flotando sobre un universo más arcaico, "resbaladizo y perturbador". El inconsciente sin embargo no es enterarme caótico, existe en ello cierto orden, logos, tendencias psíquicas o "arquetipos" hasta cierto punto comunes a toda la humanidad y presentes desde tiempo inmemorial. En historiografia también se expresa a veces el término "historia profunda" para cuestionar el dogma de que la historia empieza con los primeros registros escritos.
Los OVNIs de Freixedo (a quien dicho sea de paso se le notan siempre los 17 años de estudio entre los jesuitas) están a medio camino entra la paraufología y la demonología, y también son "profundos": existen presumiblemente antes de la historia registrada y bastante más allá de la identidad consciente y racional. También son profundos porque escapan rutinariamente al análisis científico, superficial, propio de la "ufología racional".
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